Su origen natural es el café: La cafeína que contienen las populares bebidas no son más que agregados para provocar adicción en los consumidores más que para darle sabor.
Hace años, los puntos de reunión favoritos para los adolescentes y jóvenes eran los drive inn, las neverías, los sitios con venta de troles y los centros comerciales. Ahora las cafeterías tienen el imán.
Y aunque la cafeína en exceso causa estragos en los adultos, ¿qué tanto puede ocasionar en los organismos jóvenes un frapuccino java chip con crema y chispas y leche light?
"La ingesta de cafeína se ha convertido en un elemento imprescindible en la vida cotidiana", señala el endocrinólogo César Lozano Peña.
"El café ya no es sólo costumbre de los adultos mayores o de señoras que se reúnen para 'chismear', mientras se deleitan de un rico cafecito; al contrario de lo que se pudiera pensar, su uso ha sido extendido a otros sectores, como los jóvenes, que ahora se ven por las cafeterías de moda".
Tomar una taza o un vaso a la semana que equivale a 300 mililitros no implica un gran impacto para el organismo, aunque tampoco es una bebida necesaria, explica el especialista en metabolismo y nutrición.
"El ser humano no requiere del consumo de cafeína en la dieta, sin embargo, su consumo moderado no está asociado con ningún riesgo para la salud", comenta.
El consumo del equivalente de hasta tres tazas de café se considera una cantidad moderada o promedio de cafeína; por el contrario, hablar de 10 tazas ya sería un consumo excesivo.
Las personas que consumen cafeína sentirán en su organismo los mismos efectos que producen la morfina, quinina, nicotina, cocaína y la estricnina. Porque todas pertenecen al mismo grupo de alcaloides.
Ahora que si se rebasan los consumos adecuados, a cualquier edad, los atrevidos tomadores de café. Cuando esta sustancia se consume en cantidades elevadas puede provocar temblores, insomnio, angustia, inseguridad, debilidad, fatiga, úlceras, interferencia con la digestión de las proteínas y con la regulación de las funciones intestinales llegando a producir vómitos y diarreas, provoca también hemorragias de la piel, cataratas, albinismo, alteración a los glóbulos rojos, hidrocefalia, hemorragia de los ojos, deficiencia ósea siendo irreversible, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad; además si se consume en frío, acelera su acción. Y ese efecto que a dosis bajas fue relajante o puso al cuerpo en alerta, ahora se tornará indeseable, como tener la boca seca o sufrir palpitaciones.
Esta sustancia es principalmente peligrosa para los niños por generar incontinencia en la orina (niños que se orinan en la cama) pesadillas, pérdida de memoria, pérdida de equilibrio, insomnio, fatiga, temblor de los dedos, temor, ansiedad, stress, hiperactividad y depresión. Ademas puede ocasionar problemas de gastritis, sobre todo, si no tiene una buena alimentación. Tambien es conocida como uno de los ladrones de calcio, indispensable en el crecimiento de los niños y adolescentes.
Los adolescentes, que tienen menor peso corporal que los adultos, pueden sentir los efectos negativos con dosis menores de cafeína, y más si no están habituados.
"Por eso es más fácil que los adolescentes con dos tazas de café o sólo una empiecen a notar temblores, nerviosismo, palpitaciones o irritación gástrica, ya que la cafeína aumenta la secreción de ácido clorhídrico y de pepsina en el estómago".
A la cafeína se le relaciona también con abortos en el primer trimestre del embarazo, es por ello, que en 1980 la FDA. Recomendó a las embarazadas la eliminación de esta sustancia y de cualquier producto que la contenga.
Por ello, coinciden los expertos, no es recomendable para los jóvenes más de dos bebidas con café. Tampoco es positivo si los menores asocian el café con fumar.
Hace años, los puntos de reunión favoritos para los adolescentes y jóvenes eran los drive inn, las neverías, los sitios con venta de troles y los centros comerciales. Ahora las cafeterías tienen el imán.
Y aunque la cafeína en exceso causa estragos en los adultos, ¿qué tanto puede ocasionar en los organismos jóvenes un frapuccino java chip con crema y chispas y leche light?
"La ingesta de cafeína se ha convertido en un elemento imprescindible en la vida cotidiana", señala el endocrinólogo César Lozano Peña.
"El café ya no es sólo costumbre de los adultos mayores o de señoras que se reúnen para 'chismear', mientras se deleitan de un rico cafecito; al contrario de lo que se pudiera pensar, su uso ha sido extendido a otros sectores, como los jóvenes, que ahora se ven por las cafeterías de moda".
Tomar una taza o un vaso a la semana que equivale a 300 mililitros no implica un gran impacto para el organismo, aunque tampoco es una bebida necesaria, explica el especialista en metabolismo y nutrición.
"El ser humano no requiere del consumo de cafeína en la dieta, sin embargo, su consumo moderado no está asociado con ningún riesgo para la salud", comenta.
El consumo del equivalente de hasta tres tazas de café se considera una cantidad moderada o promedio de cafeína; por el contrario, hablar de 10 tazas ya sería un consumo excesivo.
Las personas que consumen cafeína sentirán en su organismo los mismos efectos que producen la morfina, quinina, nicotina, cocaína y la estricnina. Porque todas pertenecen al mismo grupo de alcaloides.
Ahora que si se rebasan los consumos adecuados, a cualquier edad, los atrevidos tomadores de café. Cuando esta sustancia se consume en cantidades elevadas puede provocar temblores, insomnio, angustia, inseguridad, debilidad, fatiga, úlceras, interferencia con la digestión de las proteínas y con la regulación de las funciones intestinales llegando a producir vómitos y diarreas, provoca también hemorragias de la piel, cataratas, albinismo, alteración a los glóbulos rojos, hidrocefalia, hemorragia de los ojos, deficiencia ósea siendo irreversible, taquicardia, dolores de cabeza y hasta ataques de ansiedad; además si se consume en frío, acelera su acción. Y ese efecto que a dosis bajas fue relajante o puso al cuerpo en alerta, ahora se tornará indeseable, como tener la boca seca o sufrir palpitaciones.
Esta sustancia es principalmente peligrosa para los niños por generar incontinencia en la orina (niños que se orinan en la cama) pesadillas, pérdida de memoria, pérdida de equilibrio, insomnio, fatiga, temblor de los dedos, temor, ansiedad, stress, hiperactividad y depresión. Ademas puede ocasionar problemas de gastritis, sobre todo, si no tiene una buena alimentación. Tambien es conocida como uno de los ladrones de calcio, indispensable en el crecimiento de los niños y adolescentes.
Los adolescentes, que tienen menor peso corporal que los adultos, pueden sentir los efectos negativos con dosis menores de cafeína, y más si no están habituados.
"Por eso es más fácil que los adolescentes con dos tazas de café o sólo una empiecen a notar temblores, nerviosismo, palpitaciones o irritación gástrica, ya que la cafeína aumenta la secreción de ácido clorhídrico y de pepsina en el estómago".
A la cafeína se le relaciona también con abortos en el primer trimestre del embarazo, es por ello, que en 1980 la FDA. Recomendó a las embarazadas la eliminación de esta sustancia y de cualquier producto que la contenga.
Por ello, coinciden los expertos, no es recomendable para los jóvenes más de dos bebidas con café. Tampoco es positivo si los menores asocian el café con fumar.
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