-La atracción sexual es más química que física, pues algunas hormonas son las culpables de que pierdas la cabeza por el ser amado
La pasión es más racional de lo que creíamos y ahora incluso el hecho de durar más o menos tiempo con nuestra pareja tiene una explicación científica.
Muchas veces nos preguntamos qué es lo que nos ha hecho enamorarnos de cierta persona o por qué escogemos una y otra vez al hombre menos indicado. Y es que el aspecto físico juega un papel importante en el deseo sexual, pero la química también.
La expresión “hacer química” que usamos para referirnos a una pareja con afinidad sexual es bastante acertada, ya que cada vez hay más estudios científicos que demuestran cómo el funcionamiento de las hormonas en el cerebro influye en nuestras pasiones.
Los síntomas del amor
Una serie de sustancias químicas, entre las que se encuentran las endorfinas, la feniletilamina, la dopamina y la norepinefrina, son las encargadas de poner en marcha el proceso de atracción sexual.
Nosotros mismos lo notamos cuando tenemos cerca a la persona que nos gusta: sentimos un cosquilleo en el estómago, el corazón nos palpita con fuerza y nos cuesta trabajo articular las palabras, a veces incluso sudamos más de la cuenta y perdemos el apetito. Con estos síntomas físicos, las hormonas nos avisan que nos hemos enamorado.
En busca del amor eterno
Un grupo de científicos ha descubierto que la capacidad del ser humano para mantener una relación depende de su nivel de oxitocina, la hormona responsable de crear vínculos afectivos, que influye en la unión entre dos amantes, de forma que a aquellas personas que tengan una cantidad menor de oxitocina les será más difícil durar con su pareja.
Médicos estadounidenses que han investigado el papel de hormonas como la dopamina y la norepinefrina en la atracción entre las personas se han atrevido a ponerle fecha de caducidad al amor: entre dos y tres años, que es el tiempo que dura el efecto de estas sustancias en el cerebro.
Olfato para el amor
Otra manera de mantener viva la llama de la pasión es por medio del olor corporal. Los científicos han descubierto la importancia que tiene el olor cuando se busca una relación estable.
Igual que los animales se guían por el olfato durante el apareamiento, los seres humanos usamos inconcientemente este sentido para elegir pareja. Por medio de las feromonas, otras hormonas relacionadas con la atracción sexual, somos capaces de detectar el olor corporal de los demás y responder ante este estímulo.
Según los investigadores, los efectos de las feromonas afectan más a los hombres, sobre todo durante la ovulación de las mujeres, días en los que nuestro olor les resulta más atrayente.
El poder de las feromonas es tan grande que podría determinar la orientación sexual de una persona. Estudios recientes han comprobado cómo el olor de las personas es diferente, no sólo en función de su género, sino también de su tendencia heterosexual u homosexual, lo que convertiría a la homosexualidad en una característica biológica y no en una conducta elegida.
La pasión es más racional de lo que creíamos y ahora incluso el hecho de durar más o menos tiempo con nuestra pareja tiene una explicación científica.
Muchas veces nos preguntamos qué es lo que nos ha hecho enamorarnos de cierta persona o por qué escogemos una y otra vez al hombre menos indicado. Y es que el aspecto físico juega un papel importante en el deseo sexual, pero la química también.
La expresión “hacer química” que usamos para referirnos a una pareja con afinidad sexual es bastante acertada, ya que cada vez hay más estudios científicos que demuestran cómo el funcionamiento de las hormonas en el cerebro influye en nuestras pasiones.
Los síntomas del amor
Una serie de sustancias químicas, entre las que se encuentran las endorfinas, la feniletilamina, la dopamina y la norepinefrina, son las encargadas de poner en marcha el proceso de atracción sexual.
Nosotros mismos lo notamos cuando tenemos cerca a la persona que nos gusta: sentimos un cosquilleo en el estómago, el corazón nos palpita con fuerza y nos cuesta trabajo articular las palabras, a veces incluso sudamos más de la cuenta y perdemos el apetito. Con estos síntomas físicos, las hormonas nos avisan que nos hemos enamorado.
En busca del amor eterno
Un grupo de científicos ha descubierto que la capacidad del ser humano para mantener una relación depende de su nivel de oxitocina, la hormona responsable de crear vínculos afectivos, que influye en la unión entre dos amantes, de forma que a aquellas personas que tengan una cantidad menor de oxitocina les será más difícil durar con su pareja.
Médicos estadounidenses que han investigado el papel de hormonas como la dopamina y la norepinefrina en la atracción entre las personas se han atrevido a ponerle fecha de caducidad al amor: entre dos y tres años, que es el tiempo que dura el efecto de estas sustancias en el cerebro.
Olfato para el amor
Otra manera de mantener viva la llama de la pasión es por medio del olor corporal. Los científicos han descubierto la importancia que tiene el olor cuando se busca una relación estable.
Igual que los animales se guían por el olfato durante el apareamiento, los seres humanos usamos inconcientemente este sentido para elegir pareja. Por medio de las feromonas, otras hormonas relacionadas con la atracción sexual, somos capaces de detectar el olor corporal de los demás y responder ante este estímulo.
Según los investigadores, los efectos de las feromonas afectan más a los hombres, sobre todo durante la ovulación de las mujeres, días en los que nuestro olor les resulta más atrayente.
El poder de las feromonas es tan grande que podría determinar la orientación sexual de una persona. Estudios recientes han comprobado cómo el olor de las personas es diferente, no sólo en función de su género, sino también de su tendencia heterosexual u homosexual, lo que convertiría a la homosexualidad en una característica biológica y no en una conducta elegida.
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