-La energía es la capacidad de tu organismo para lograr todas sus funciones, conoce qué la desgasta y cómo puedes aumentarla fácilmente
Del agua, el oxígeno y los alimentos extraemos la energía para las funciones de nuestro organismo, pero en ocasiones nos sentimos cansados o con apatía, como si nuestra energía estuviera bloqueada.
La energía es la capacidad del organismo para lograr todas sus funciones, caminar, hablar, digerir, respirar, bailar, trabajar, estudiar y en fin hacer todo lo que queremos durante el día.
Desde el punto de vista científico, la energía física se genera en las células cuando las partes constitutivas de los alimentos sufren ciertas reacciones químicas, e ahí la importancia de lograr un equilibrio en la ingesta diaria de carbohidratos, proteínas, grasas y vitaminas, ya que el buen balance garantiza que tu cuerpo obtenga todo lo que necesita con relación a tu nivel de actividad física.
Desde el punto de vista holístico, la energía se origina en el cosmos y es canalizada a través de los chacras o centros de energía ubicados en el cuerpo, y las personas que logran el equilibrio energético gozan de salud, claridad intelectual y tranquilidad interna. Un balance entre mente, cuerpo y espíritu permitirá que la energía fluya para desempeñar actividades, expresar emociones y regenerar la energía., ya que esta está presente en cada persona y en el espacio que nos rodea y por lo mismo es necesario conocer qué elementos y actividades favorecen u obstruyen su flujo.
Pero veamos según varios expertos qué puede favorecer que la energía baje o suba y con ello podemos tomar decisiones para que siempre estemos cargados de energía.
La energía disminuye:
-Por el consumo de ciertos alimentos, como café, refrescos, pasteles, caramelos, chocolates, bebidas alcohólicas y otros que estimulan la producción de adrenalina y hacen que el corazón lata más aprisa y el hígado libere más glucosa en la sangre, para después sentir fatiga.
-Por estrés, ya que la tensión constante estimula la liberación de la glucosa almacenada en el hígado y músculos, agotando las reservas energéticas.
-Insomnio, alterar el tiempo de sueño produce fatiga, irritabilidad, y problemas de concentración, ya que durante la noche se construyen nuevas células que reparan el desgaste y desperfecto y regula la producción de energía.
-Síndrome premenstrual, los cambios hormonales y los excesos alimenticios alteran los niveles de azúcar en la sangre causando fatiga generalizada.
-El caos material, tener cosas acumuladas y en desorden estanca la energía.
-Recuerdos negativos pasados, generan un depósito negativo de energía.
-Por acudir a espacios que absorben y desequilibran energía como hospitales, funerarias, etc.
-Contener el enojo, tristeza y desesperación.
-Dedicar todo el tiempo al trabajo, actividades caseras y no realizar algún deporte o actividad artística que relaje.
-Tener una casa o habitación con tonos ocres o rojos e iluminación intensa, provoca una sensación de violencia que reprime la energía.
Para subir tu energía:
-Aliméntate bien, incluye en tu dieta cereales integrales, verduras, frutas, semillas, atún, huevo, nueces y soya entre otros.
-No dejes de hacer ejercicio todos los días, aunque sea poco tiempo el que le dediques, concéntrate bien y piensa en todo tu cuerpo, así mejorarás el sueño y liberarás dopamina, un neurotransmisor que da bienestar.
-Respira profundo, date tiempo para respirar de forma detenida para que te oxigenes mejor. Al hacerlo trata de retener 40 segundos después de aspirar y antes de exhalar.
-Visita lugares tranquilos y llenos de vida, como los parques y concéntrate en lo que ves.
-También debes visitar un lugar tranquilo que te permita relajar tu mente y recuperar optimismo, seguridad y fuerza.
-Rodéate de personas positivas que te ayuden a crecer y te aporten la sensación de cariño, amabilidad y respeto.
-Mantén tu casa y sitio de trabajo limpios y ordenados para que no te desgastes buscando cosas perdidas.
-Establece tus prioridades, no todo se puede hacer en el mismo tiempo ni con el mismo esfuerzo, si de repente todo son problemas, resuelve las cosas una por una siempre pensando positivamente.
-Dedica tiempo a tu persona y a lo que más te gusta hacer, no todo tiene que ser trabajo y presiones.
-Coloca en tu espacio plantas, una pecera o la imagen de algún paisaje.
-Si quieres y te gusta, practica alguna disciplina de meditación como yoga, tai chi, reflexología o reiki.
Del agua, el oxígeno y los alimentos extraemos la energía para las funciones de nuestro organismo, pero en ocasiones nos sentimos cansados o con apatía, como si nuestra energía estuviera bloqueada.
La energía es la capacidad del organismo para lograr todas sus funciones, caminar, hablar, digerir, respirar, bailar, trabajar, estudiar y en fin hacer todo lo que queremos durante el día.
Desde el punto de vista científico, la energía física se genera en las células cuando las partes constitutivas de los alimentos sufren ciertas reacciones químicas, e ahí la importancia de lograr un equilibrio en la ingesta diaria de carbohidratos, proteínas, grasas y vitaminas, ya que el buen balance garantiza que tu cuerpo obtenga todo lo que necesita con relación a tu nivel de actividad física.
Desde el punto de vista holístico, la energía se origina en el cosmos y es canalizada a través de los chacras o centros de energía ubicados en el cuerpo, y las personas que logran el equilibrio energético gozan de salud, claridad intelectual y tranquilidad interna. Un balance entre mente, cuerpo y espíritu permitirá que la energía fluya para desempeñar actividades, expresar emociones y regenerar la energía., ya que esta está presente en cada persona y en el espacio que nos rodea y por lo mismo es necesario conocer qué elementos y actividades favorecen u obstruyen su flujo.
Pero veamos según varios expertos qué puede favorecer que la energía baje o suba y con ello podemos tomar decisiones para que siempre estemos cargados de energía.
La energía disminuye:
-Por el consumo de ciertos alimentos, como café, refrescos, pasteles, caramelos, chocolates, bebidas alcohólicas y otros que estimulan la producción de adrenalina y hacen que el corazón lata más aprisa y el hígado libere más glucosa en la sangre, para después sentir fatiga.
-Por estrés, ya que la tensión constante estimula la liberación de la glucosa almacenada en el hígado y músculos, agotando las reservas energéticas.
-Insomnio, alterar el tiempo de sueño produce fatiga, irritabilidad, y problemas de concentración, ya que durante la noche se construyen nuevas células que reparan el desgaste y desperfecto y regula la producción de energía.
-Síndrome premenstrual, los cambios hormonales y los excesos alimenticios alteran los niveles de azúcar en la sangre causando fatiga generalizada.
-El caos material, tener cosas acumuladas y en desorden estanca la energía.
-Recuerdos negativos pasados, generan un depósito negativo de energía.
-Por acudir a espacios que absorben y desequilibran energía como hospitales, funerarias, etc.
-Contener el enojo, tristeza y desesperación.
-Dedicar todo el tiempo al trabajo, actividades caseras y no realizar algún deporte o actividad artística que relaje.
-Tener una casa o habitación con tonos ocres o rojos e iluminación intensa, provoca una sensación de violencia que reprime la energía.
Para subir tu energía:
-Aliméntate bien, incluye en tu dieta cereales integrales, verduras, frutas, semillas, atún, huevo, nueces y soya entre otros.
-No dejes de hacer ejercicio todos los días, aunque sea poco tiempo el que le dediques, concéntrate bien y piensa en todo tu cuerpo, así mejorarás el sueño y liberarás dopamina, un neurotransmisor que da bienestar.
-Respira profundo, date tiempo para respirar de forma detenida para que te oxigenes mejor. Al hacerlo trata de retener 40 segundos después de aspirar y antes de exhalar.
-Visita lugares tranquilos y llenos de vida, como los parques y concéntrate en lo que ves.
-También debes visitar un lugar tranquilo que te permita relajar tu mente y recuperar optimismo, seguridad y fuerza.
-Rodéate de personas positivas que te ayuden a crecer y te aporten la sensación de cariño, amabilidad y respeto.
-Mantén tu casa y sitio de trabajo limpios y ordenados para que no te desgastes buscando cosas perdidas.
-Establece tus prioridades, no todo se puede hacer en el mismo tiempo ni con el mismo esfuerzo, si de repente todo son problemas, resuelve las cosas una por una siempre pensando positivamente.
-Dedica tiempo a tu persona y a lo que más te gusta hacer, no todo tiene que ser trabajo y presiones.
-Coloca en tu espacio plantas, una pecera o la imagen de algún paisaje.
-Si quieres y te gusta, practica alguna disciplina de meditación como yoga, tai chi, reflexología o reiki.
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