martes, 6 de mayo de 2008

Toma forma el gran sueño de Boeing


El Dreamliner es un avión que mucha gente nunca esperó que fuera construido, especialmente por Boeing. Un bando considerable creía que Boeing, la empresa que anunció la Era del Jet, ya no tenía lo que se necesita para construir un avión comercial completamente nuevo.

Contento de ajustar y modificar versiones de su familia de aviones, como el 737 y el 747, Boeing ya había vivido su apogeo como empresa que define a la aviación comercial. Desde 1994, cuando el último modelo completamente nuevo de Boeing, el 777, remontó el vuelo, el principal rival de Boeing, Airbus, era quien mandaba en innovación aeroespacial.

El Dreamliner, también conocido como el 787, es la apuesta de Boeing para recuperar su título, no sólo como líder en ventas generales de jets comerciales, sino también como visionario para una industria.

Más ligero, más silencioso y más cómodo, el 787 está diseñado para volar una mayor distancia con menos combustible que cualquier avión comercial existente. Es el futuro. Es decir, tan pronto como sea entregado.

Desde que se puso a la venta en el 2003, Boeing ya le ha vendido 892 Dreamliners a 57 clientes en todo el mundo. A un precio de lista de 162 millones de dólares, eso suma aproximadamente 145 mil millones de dólares. Sin embargo, ni un solo Dreamliner ha volado aún, y el 787 tiene un retraso de más de un año en sus entregas.

Un motivo es que Boeing ha sido excesivamente innovador. Cuando decidió crear una nueva aeronave, la compañía también decidió crear un nuevo proceso de manufactura. Para esto Boeing, detalló las especificaciones de cada parte y les pidió a sus proveedores que construyeran las partes de acuerdo al plan.

Ese proceso incluye docenas de socios en todo el mundo, que construyen y pre-ensamblan piezas grandes del avión. El trabajo de Boeing consiste en administrar esta remota cadena de suministro y asegurar que las partes ensamblen impecablemente en la planta de Everett, Washington. Eso les toma poco menos de tres días. Mucho menos tiempo del que les tomaría si fabricarán todo ellos solo.

Ensamblando el Boeing 777

Eso, también, es el futuro, pero sólo si Boeing puede descubrir cómo hacerlo bien. La mayoría de los retrasos en el 787 pueden rastrearse a un puñado de proveedores que no lograron incrementar su producción con la rapidez suficiente, en partes que van desde pequeños sujetadores de metal hasta secciones completas del fuselaje posterior.

A medida que los clientes se impacientan, la reputación de Boeing está en juego. Dice Pat Shanahan, director de proyecto del 787: "Qué tan bien hagamos esto definirá las bases para la fabricación de aviones comerciales en el futuro. Ésa es la gran apuesta".

Aunque los ingenieros y ensambladores del proceso de fabricación del Dreamliner en todo el mundo están sumamente conscientes de la decepción y las consecuencias de los retrasos, existe una creencia inquebrantable de que el 787 volará pronto, y que algún día será reconocido como el avión que trazó la siguiente era de la aviación comercial.





vuelos economicos Sevilla

Advertisement

 

Copyright 2008 All Rights Reserved | Revolution church Blogger Template by techknowl | Original Wordpress theme byBrian Gardner