Un nuevo estudio del futuro global realizado por las agencias de inteligencia estadounidenses sugiere un descenso del dominio estadounidense en el mundo al tiempo que China, India y otras potencias se reafirman.
"Aunque es posible que Estados Unidos siga siendo el actor individual más poderoso, la fuerza relativa de Estados Unidos, incluso en el campo militar, disminuirá y el apalancamiento estadounidense se volverá más limitado", señala el reporte "Global Trends 2005: A Transformed World" (Tendencias Globales 2005: Un Mundo Transformado).
"Estados Unidos será uno de una serie de importantes actores en el escenario mundial, desempeñando un papel prominente en los hechos globales, pero no será uno decisivo como en el pasado", predice el reporte para el 2025.
El estudio señala que el cambio global de Occidente a Oriente en términos de riqueza y poder económico no tiene precedentes en la historia moderna. De un aumento proyectado de población de mil 200 millones de personas para el 2025, sólo el 3 por ciento se llevará a cabo en Occidente, sugiere el reporte.
Entre ahora y el año 2025 "la característica más notable del 'nuevo orden' (mundial) será la transformación de un mundo unipolar dominado por Estados Unidos en una nueva jerarquía relativamente desestructurada de viejas potencias y naciones emergentes", a la que se sumarán entidades no estatales como grupos de opinión trasnacionales, dice el informe.
"Estamos proyectando un mundo multipolar", dijo ayer C. Thomas Fingar, presidente del Consejo Nacional de Inteligencia y principal analista de inteligencia del Gobierno, en un informe sobre el reporte. "El momento unipolar ha terminado, o con seguridad habrá terminado para el 2025".
En tanto crezcan grandes mercados emergentes en Asia y otras regiones, "la globalización será cada vez menos identificada con la 'americanización'", señala el informe. A medida que los países en desarrollo avancen y se expandan sus clases medias, como ha ocurrido en las últimas décadas en Asia, "las ideas y costumbres extranjeras que provocan rechazo en esos países empezarán a ser indentificadas como producto de la modernidad, más que del expansionismo estadounidense", agrega el informe.
Esto significa que Estados Unidos, en vez de ser la única potencia mundial, será en 2025 la más grande entre varias potencias similares, y que China, India y Europa -en ese orden- no estarán demasiado a la zaga.
El reporte de 2004 en la serie de Tendencias Globales anticipaba la continuidad del dominio estadounidense hasta el 2020, aunque reconocía que el surgimiento de China e India como potencias transformaría el panorama geopolítico.
En cuanto a cómo será el mundo en el año 2025, el estudio dice que probablemente esté dividido en tres grandes bloques -Norteamérica, Europa y Asia-, mientras la mayoría de los países sudamericanos y africanos, con la posible excepción de Brasil, seguirán siendo actores secundarios.
El regionalismo asiático -producto del creciente número de acuerdos comerciales entre países asiáticos- será una de las más importantes tendencias económicas, según el informe.
Las ocho economías más grandes del mundo en 2025 serán, en este orden, Estados Unidos, China, India, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia y Rusia. Con la excepción de Brasil, "Latinoamérica seguirá desempeñando un rol marginal en el sistema internacional", afirma.
El nuevo reporte describe a un mundo fracturado por los crecientes conflictos por la escasez de alimentos y agua y amenazado por estados rebeldes y terroristas, por brechas entre ricos y pobres y por un impacto desigual del calentamiento global.
El reporte dice que la oportunidad de usar armas nucleares, aunque sigue siendo muy baja, podría aumentar en las próximas dos décadas al tiempo que se extiende esta tecnología.
También señala que el surgimiento de Rusia como potencia mundial fue "enturbiado" por la persistente corrupción y la falta de inversión en su industria de energéticos, que es clave para el país.
Además, sugiere, sin nombrar un país específico, que un Gobierno de Europa del Este podría de hecho ser controlado y dirigido por el crimen organizado.
Muchos países desconfían de las grandes potencias, independientemente de cuáles sean esas potencias.
A medida que el poder militar de China aumente y el país asiático se convierta en la segunda economía del mundo, el recelo del mundo se dirigirá contra esa nación, "y la función de contrapeso de Estados Unidos será más apreciada".
"Aunque es posible que Estados Unidos siga siendo el actor individual más poderoso, la fuerza relativa de Estados Unidos, incluso en el campo militar, disminuirá y el apalancamiento estadounidense se volverá más limitado", señala el reporte "Global Trends 2005: A Transformed World" (Tendencias Globales 2005: Un Mundo Transformado).
"Estados Unidos será uno de una serie de importantes actores en el escenario mundial, desempeñando un papel prominente en los hechos globales, pero no será uno decisivo como en el pasado", predice el reporte para el 2025.
El estudio señala que el cambio global de Occidente a Oriente en términos de riqueza y poder económico no tiene precedentes en la historia moderna. De un aumento proyectado de población de mil 200 millones de personas para el 2025, sólo el 3 por ciento se llevará a cabo en Occidente, sugiere el reporte.
Entre ahora y el año 2025 "la característica más notable del 'nuevo orden' (mundial) será la transformación de un mundo unipolar dominado por Estados Unidos en una nueva jerarquía relativamente desestructurada de viejas potencias y naciones emergentes", a la que se sumarán entidades no estatales como grupos de opinión trasnacionales, dice el informe.
"Estamos proyectando un mundo multipolar", dijo ayer C. Thomas Fingar, presidente del Consejo Nacional de Inteligencia y principal analista de inteligencia del Gobierno, en un informe sobre el reporte. "El momento unipolar ha terminado, o con seguridad habrá terminado para el 2025".
En tanto crezcan grandes mercados emergentes en Asia y otras regiones, "la globalización será cada vez menos identificada con la 'americanización'", señala el informe. A medida que los países en desarrollo avancen y se expandan sus clases medias, como ha ocurrido en las últimas décadas en Asia, "las ideas y costumbres extranjeras que provocan rechazo en esos países empezarán a ser indentificadas como producto de la modernidad, más que del expansionismo estadounidense", agrega el informe.
Esto significa que Estados Unidos, en vez de ser la única potencia mundial, será en 2025 la más grande entre varias potencias similares, y que China, India y Europa -en ese orden- no estarán demasiado a la zaga.
El reporte de 2004 en la serie de Tendencias Globales anticipaba la continuidad del dominio estadounidense hasta el 2020, aunque reconocía que el surgimiento de China e India como potencias transformaría el panorama geopolítico.
En cuanto a cómo será el mundo en el año 2025, el estudio dice que probablemente esté dividido en tres grandes bloques -Norteamérica, Europa y Asia-, mientras la mayoría de los países sudamericanos y africanos, con la posible excepción de Brasil, seguirán siendo actores secundarios.
El regionalismo asiático -producto del creciente número de acuerdos comerciales entre países asiáticos- será una de las más importantes tendencias económicas, según el informe.
Las ocho economías más grandes del mundo en 2025 serán, en este orden, Estados Unidos, China, India, Japón, Alemania, el Reino Unido, Francia y Rusia. Con la excepción de Brasil, "Latinoamérica seguirá desempeñando un rol marginal en el sistema internacional", afirma.
El nuevo reporte describe a un mundo fracturado por los crecientes conflictos por la escasez de alimentos y agua y amenazado por estados rebeldes y terroristas, por brechas entre ricos y pobres y por un impacto desigual del calentamiento global.
El reporte dice que la oportunidad de usar armas nucleares, aunque sigue siendo muy baja, podría aumentar en las próximas dos décadas al tiempo que se extiende esta tecnología.
También señala que el surgimiento de Rusia como potencia mundial fue "enturbiado" por la persistente corrupción y la falta de inversión en su industria de energéticos, que es clave para el país.
Además, sugiere, sin nombrar un país específico, que un Gobierno de Europa del Este podría de hecho ser controlado y dirigido por el crimen organizado.
Muchos países desconfían de las grandes potencias, independientemente de cuáles sean esas potencias.
A medida que el poder militar de China aumente y el país asiático se convierta en la segunda economía del mundo, el recelo del mundo se dirigirá contra esa nación, "y la función de contrapeso de Estados Unidos será más apreciada".
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