La compañía se prepara para participar en una licitación de frecuencias del espectro inalámbrico estadounidense que tendrá lugar en enero y estaría lista para hacerlo sin socios, dicen fuentes cercanas.
La empresa ha elaborado un plan para financiar su apuesta, la cual podría superar los US$4.600 millones, usando su propio efectivo y potencialmente acudiendo a los mercados de capital.
Google ya está probando una red inalámbrica avanzada en su sede central, obteniendo experiencia operativa que podría serle útil si gana licencias en el espectro radial y decide lanzarse como una proveedora móvil en todo Estados Unidos, según fuentes cercanas.
Los preparativos tras bambalinas muestran cuán seria es la propuesta del gigante de Internet en dar nueva forma al mundo inalámbrico.
Su estrategia podría potencialmente expandir la disponibilidad y reducir el costo del acceso móvil a Internet de alta velocidad a los consumidores y ampliar las aplicaciones inalámbricas que pueden usar. Al mismo tiempo, los proyectos inalámbricos de Google podrían alejarla de su principal línea de servicios, lo que resultaría en un gran costo financiero y desviaría la atención de la gerencia.
También podrían antagonizar a las operadoras de telecomunicaciones y los socios actuales de Google, quienes podrían ver la estrategia inalámbrica como una amenaza competitiva. Aún es posible que eventos de última hora alteren la estrategia de Google antes del plazo establecido por el gobierno de EE.UU., que vence el 3 de diciembre, para declarar su intención de participar en la licitación.
La compañía ha dicho que quiere hacer las redes móviles más abiertas, de modo que los consumidores puedan usar cualquier servicio y aplicación de Internet y trasladar sus teléfonos y otros aparatos inalámbricos a cualquier proveedora sin restricciones onerosas.
Ese es uno de los puntos principales detrás del software Android para teléfonos móviles que anunció Google el 5 de noviembre, junto a un grupo de socios de la industria, entre ellos el fabricante de celulares de Taiwan HTC Corp. y la unidad de telefonía celular de Deutsche Telekom AG, T-Mobile.
Google asegura que quiere liberar a los consumidores de las restricciones irracionales impuestas por las proveedoras. La compañía de Internet también ve las redes inalámbricas abiertas como la clave para vencer los intentos de cualquier compañía telefónica o de cable de dificultar a los clientes el acceso a los servicios de Google, o cobrar a Google por llevar los servicios a los consumidores mediante las líneas de Internet.
Operadoras como Verizon Wireless, una empresa estadounidense conjunta de Verizon Communications Inc. y Vodafone Group PLC, se defienden diciendo que vigilan sus redes para proveer servicios de telefonía e Internet de alta calidad y proteger a los consumidores de los peligros contra la seguridad y la invasión de su intimidad.
Sin embargo, Verizon Wireless dijo que abrirá su red a cualquier teléfono o aplicación de software a finales de 2008, transformándose en el primer gran servicio móvil de Estados Unidos en ceder a las demandas de Google.
Google presionó para que los operadores inalámbricos estadounidenses abrieran el acceso a sus redes, luego de tener éxito ante el gobierno para que solicite ese requerimiento a las empresas que quisieran hacer ofertas en la próxima subasta de ondas de aire inalámbricas.