Podría ser más que sólo el gusto por las cosas dulces lo que lo deja a uno incapaz de saltarse un postre, afirma un nuevo estudio publicado hace poco en la revista Science.
Investigadores del Instituto de Tecnología de California encontraron que el autocontrol, escoger una manzana en lugar de un quequito, por ejemplo, está correlacionado con la actividad en una región específica del cerebro.
Los científicos utilizaron tecnología de imágenes cerebrales para examinar la actividad neural de personas a dieta al tiempo que éstas evaluaban alimentos basándose tanto en sus cualidades saludables como en su sabor. Después se les pidió elegir entre la opción saludable o la poco saludable.
Entre los que eligieron el alimento saludable, un área del cerebro llamada corteza dorsolateral prefrontal, que está asociada con la regulación y planeación motora, estaba sumamente activa.
Sin embargo, había poca actividad en los voluntarios que optaron por el alimento apetitoso, pero poco saludable.
"Esto podría ayudar a explicar por qué algunas personas tienen problemas para seguir una dieta", señala Antonio Rangel, quien encabezó el estudio.
El autocontrol, incluso por qué nuestros cerebros a veces toman decisiones que no son en nuestro mejor interés, está mal comprendido, añadió.
El equipo ahora está tratando de averiguar si este mecanismo de autocontrol se aplica a otros dominios como la adicción o tomar decisiones financieras. También examinarán estrategias para volver a involucrar a la región del autocontrol.
La esperanza es que las personas a dieta que no tienen éxito podrían entrenar a sus cerebros a decir no a la comida chatarra.
Investigadores del Instituto de Tecnología de California encontraron que el autocontrol, escoger una manzana en lugar de un quequito, por ejemplo, está correlacionado con la actividad en una región específica del cerebro.
Los científicos utilizaron tecnología de imágenes cerebrales para examinar la actividad neural de personas a dieta al tiempo que éstas evaluaban alimentos basándose tanto en sus cualidades saludables como en su sabor. Después se les pidió elegir entre la opción saludable o la poco saludable.
Entre los que eligieron el alimento saludable, un área del cerebro llamada corteza dorsolateral prefrontal, que está asociada con la regulación y planeación motora, estaba sumamente activa.
Sin embargo, había poca actividad en los voluntarios que optaron por el alimento apetitoso, pero poco saludable.
"Esto podría ayudar a explicar por qué algunas personas tienen problemas para seguir una dieta", señala Antonio Rangel, quien encabezó el estudio.
El autocontrol, incluso por qué nuestros cerebros a veces toman decisiones que no son en nuestro mejor interés, está mal comprendido, añadió.
El equipo ahora está tratando de averiguar si este mecanismo de autocontrol se aplica a otros dominios como la adicción o tomar decisiones financieras. También examinarán estrategias para volver a involucrar a la región del autocontrol.
La esperanza es que las personas a dieta que no tienen éxito podrían entrenar a sus cerebros a decir no a la comida chatarra.