-Es una emoción humana, pero si te lleva a invadir la privacidad de tu pareja, es una señal que no debes ignorar
-La duda del engaño hace pelear a 6 de 10 parejas en Nuevo León
¿Qué son los celos?
La psicóloga clínica Laura García Agustín, explica que los celos “son emociones intensas que surgen cuando se experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, a un amigo o a los hijos”.
Según el psicólogo Benabé Tierno, “las personas celosas tienen una distorsión, un pensamiento erróneo, porque por mucho que amemos a alguien, por muchos compromisos o planes en común que tengamos, nunca poseemos a esa persona, no es una propiedad privada”.
¿Qué tan celoso eres? ¿Y tu pareja?
Si sólo sientes un coraje concentrado en el estómago al ver que tu novia o novio voltea a ver a alguien más cuando caminan por la calle, tu respuesta puede ser "lo normal".
También puede ser normal que te incomodes porque él o ella sonríe mientras platica con otra persona.
Pero si tu día se va en localizar a tu pareja por el celular para saber dónde está, o buscas la manera de saber su contraseña para checar su correo electrónico, la situación cambia y la señal de alerta se enciende.
De acuerdo con los psicólogos, en Nuevo León los celos son un factor de conflicto en alrededor de un 60 por ciento de sus consultas.
Miguel Villegas, coordinador de la Extensión de Equidad y Género de la Facultad de Psicología de la UANL, asegura que no hay quien pueda decir: "Yo no soy celoso".
"Los celos forman parte del repertorio afectivo de cualquier persona. Siempre encontramos elementos de celos en la relación con la pareja. Siempre están basados en algo que 'creo', 'imagino que me puede ser infiel'".
Pero ¿hasta dónde es normal celar a alguien?, ¿cuándo se convierte en un comportamiento para demostrar poder sobre el otro?, o, en el peor de los escenarios, ¿cuándo la situación se vuelve patológica?
Un sentimiento natural
Los especialistas coinciden: sentir celos es natural para el ser humano.
¿O acaso no puede sentir celos un pequeño de 5 años cuando ve que su mamá parece cuidar más a su hermanito recién nacido?
Celar es un sentimiento que puede llegar a ser tan intenso que a lo largo de la historia ha sido la inspiración de grandes obras artísticas. "Otelo", de Shakespeare, es un símbolo de ello.
"Los celos no necesitan ningún motivo... Los celos son monstruos que nacen y se alimentan de sí mismos", señala uno de los diálogos de la obra.
Es en la pareja en donde esta emoción puede evolucionar hacia un conflicto, pues se experimenta más el miedo a perder a quien se considera propio, dice la psicoterapeuta Patricia Maldonado.
Lo importante, agrega Villegas, es ponerlos en palabras, pero no de forma violenta.
"Si me molesta que voltee a ver a alguien más, es importante decirlo; no hay que quedarse callado", dice Villegas, coordinador de Los Forkados, grupo que busca alejar a los hombres de la violencia contra sus parejas.
Signos de alarma
Existen signos que deben alertar a las personas que celan o son víctimas de los celos, concuerdan los expertos.
"Si empiezo a no hacer algo, como no hablarle a alguien o no vestirme de cierta forma por temor a lo que la otra persona pueda decir, entonces ya se habla de una situación que debe corregirse", señala Villegas.
"Ya no te juntes con él o con ella", "¿con quién estuviste?", "no lo saludes de beso" son expresiones entre novios que denotan la anormalidad cuando son reiterativas.
El hombre celoso comenzará a desconfiar y se irá distanciando de ti, hasta que no haya comunicación ni diálogo. Los celos pueden llegar a tal grado que él te prohíba salir, hablar con los demás, arreglarte, y aún así seguirá pensando que le eres infiel, desconfiará de ti y te vigilará constantemente.
Los celos enfermizos llegan a provocar, en infinidad de casos, violencia física y psicológica continuas, e incluso que un miembro de la pareja acabe con la vida del otro. Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países desarrollados.
Los psiquiatras afirman que los celos son un estado antecesor de la psicosis, pueden convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad.
Otras manifestaciones irregulares son regalarle a la pareja un celular para tenerla localizada o prohibirle que se vista, hable o piense de cierta forma.
Se habla entonces de violencia psicológica, que puede evolucionar a física: un solo pellizco puede ser el primer paso hacia un maltrato que podría incluso desembocar en un final trágico.
De acuerdo con el autor del libro "El Destino del Macho", el 100 por ciento de los casos de violencia en las relaciones sentimentales empieza por celos. Todos inician en el noviazgo.
La pareja debe darse cuenta de que requiere ayuda psicológica, sobre todo si los dos entran en un juego en el que "me gusta que me cele", señala el psiquiatra Mario Estrada.
"Los seres humanos nos peleamos para reconciliarnos, ya que las reconciliaciones son muy gratificantes, pero ese juego es muy peligroso".
Alejandra, profesionista de 30 años, cuenta su experiencia con una relación ya terminada hace años.
"Llegó el momento en que me acosaba. Me llegó a seguir en taxis para asegurarse de que iba a donde le decía. Me checaba a quienes tenía en el messenger. Lo viví, fue un sufrimiento, pero ya no quiero volver a vivir así. Cuando salgo con alguien y veo la más mínima señala de acoso, decido terminar", comenta.
Y es que cuando los celos son recurrentes y ocupan cada vez más tiempo en quien lo padece, se habla ya de una patología, comenta Maldonado.
"Hay quienes no duermen por estar pensando en una infidelidad. Hay quienes persiguen a su pareja por estar ideando cosas, ponen investigadores privados. Ya es patológico".
Se vuelve entonces un círculo vicioso, señala la psicoterapeuta.
"Entre más dudo, más fantaseo, más pienso que me van a traicionar, más me enojo, más me resiento, más me frustro, más me baja mi autoestima".
En ocasiones, lo imaginario puede llegar a lo alucinante o psicótico. Entonces es cuando se debe buscar la ayuda de un psiquiatra, pues se trata de un grado avanzado de celos denominado celopatía.
La celopatía, comenta Maldonado, se convierte en una espiral de violencia que puede desembocar en un asesinato o un suicidio.
Para Maldonado, los celos no son una forma de expresar el amor. Esto invalida la frase recurrente: "Me quiere mucho, por eso me cela".
Tipos de celos
-Celos manifiestos: Es cuando, por ejemplo, tu pareja desconfía de tu fidelidad y te interroga sobre tus compañeros de trabajo, no soporta que le cuentes cómo son tus amigos, o que te veas con alguien que no sea él, y sospecha más de ti cuando, cansada de su constante asedio, te niegas a responderle.
-Celos ocultos: Es cuando, por ejemplo, tú eres la celosa y tienes ciertas actitudes hostiles, como criticar o regañar a tu pareja, quien es un hombre muy respetado en su profesión; así tú sientes que obtienes mayor poder sobre él y que él no es tan superior a ti.
-Celos exagerados: Es cuando no ha habido ninguna infidelidad, la pareja no se ha acercado emocionalmente a otra persona, es decir, no hay un motivo aparente.
-Celos patológicos: Es cuando ya se llega a perseguir o incluso a vigilar a la pareja.
"La base que mantiene a la pareja es la confianza", dice el psicóloga, "y los celos van en contra de la confianza".
Así es que aunque los celos sean normales, no significa que sean del todo sanos, sobre todo si implican una invasión a tu libertad a través de la violencia psicológica o física.
Como se siente
Según la Dra. García Agustín, “las personas celosas desconfían mucho de la pareja, debido a su propia inseguridad se comparan con los demás y se sienten inferiores y amenazados”. Debido a esto, sufren consecuencias destructivas como malestar, angustia, nerviosismo, tristeza, falta de confianza en sí mismas y alejamiento.
La terapeuta familiar Daya H. Rolsma explica que “los celos son una reacción instintiva de autoprotección, pero son perjudiciales y se convierten en un problema, porque quien los sufre tiene sentimientos opuestos de amor-odio, se siente desplazado y teme perder el amor, cariño o amistad de la otra persona”.
Ponte alerta
Checa los indicadores de peligro. Si reconoces más de tres en tu relación, los profesionales de salud mental sugieren pedir ayuda a un familiar, acudir con un terapeuta o bien denunciar ante la Procuraduría de Justicia Familiar:
· Referencias agresivas sobre relaciones pasadas en forma repetida.
· Presión o acoso sobre infidelidades falsas.
· Reclamos injustificados constantes por falta de atención.
· Cuestionamiento sobre miradas o conversaciones con otra(s) persona(s) más durante reuniones compartidas.
· Prohibición de amistades.
· Chantajes emocionales de suicidio ante la posible terminación o separación.
· Revisión de información en cajones, teléfonos celulares y computadoras.
· Colocación de grabadoras en los teléfonos.
· Maltrato físico (apretones, aventones...).
· Maltrato emocional (insultos, malas palabras).
· Persistente ejercicio de control sobre acciones como llamar por teléfono, ir con amigas, visitar a la familia.
· Encierro dentro de casa sin llaves; incomunicación.
Restablece la comunicación
Si eres víctima de los celos enfermizos de tu pareja, no debes consentir sus chantajes emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan tu libertad, ni permitir conductas violentas o agresivas de su parte. Si eres tú la celosa y quieres superar el problema, sigue estos consejos de los psicoterapeutas:
1.- Lo único que puede hacer que termine esta situación es la ayuda psicológica o la ruptura.
2.- Analiza en qué momentos y situaciones te comportas celosa, qué haces, piensas y sientes.
3.- Habla con tu pareja para decirle qué sientes, que sabes que no estás actuando con madurez y que intentarás cambiarlo, y pídele que te ayude a ver claramente lo que sucede. Quizá tus celos se relacionen con el comportamiento de tu pareja y sí tengan una base real, pero lo más probable es que sea sólo tu imaginación.
4.- Reflexiona en que si tu pareja está contigo es porque te quiere, no tienes que compararte ni competir con nadie. Piensa que los celos destruyen y separan, y para establecer una comunicación con respeto y confianza debes dedicar tus energías a fortalecer tu pareja, no a destruirla.
5.- Debes estar consciente de que la posesión del ser amado es perjudicial en tu relación; hay que aceptar que tu pareja debe poder estar sola o con otras personas.
6.- Los celos también reflejan una dependencia desmedida hacia ese ser querido. Eviten esa atadura como pareja, sigan relacionándose con los demás, repartan su interés entre las distintas personas que conocen, realicen varias actividades y ábranse a las posibilidades que les va ofreciendo la vida.
7.- Trabaja a favor de tu crecimiento personal, tu independencia y tu autoestima, por ejemplo, desarrollando actividades que te hagan sentirte realizada, como practicar deportes, inscribirte en cursos, etcétera.
Con un profesional
Si los celos vienen acompañados de comportamientos violentos o de posesión, acudan urgentemente a un psicoterapeuta que les enseñe a controlarlos. Aunque el celoso diga que va a cambiar, es mejor que lo haga con la ayuda de un profesional adecuado.
La psicóloga García Agustín advierte que “es importante que se pongan en manos de un profesional antes de que el problema aumente, porque los celos suelen crecer si se siguen alimentando. Pueden traer muchos problemas si no aprendemos a tener un control emocional que nos permita reemplazarlos por otros sentimientos más convenientes, y cambiamos nuestras creencias, actitudes y normas”.
-La duda del engaño hace pelear a 6 de 10 parejas en Nuevo León
¿Qué son los celos?
La psicóloga clínica Laura García Agustín, explica que los celos “son emociones intensas que surgen cuando se experimenta un deseo exagerado de poseer de forma exclusiva a la persona amada, a un amigo o a los hijos”.
Según el psicólogo Benabé Tierno, “las personas celosas tienen una distorsión, un pensamiento erróneo, porque por mucho que amemos a alguien, por muchos compromisos o planes en común que tengamos, nunca poseemos a esa persona, no es una propiedad privada”.
¿Qué tan celoso eres? ¿Y tu pareja?
Si sólo sientes un coraje concentrado en el estómago al ver que tu novia o novio voltea a ver a alguien más cuando caminan por la calle, tu respuesta puede ser "lo normal".
También puede ser normal que te incomodes porque él o ella sonríe mientras platica con otra persona.
Pero si tu día se va en localizar a tu pareja por el celular para saber dónde está, o buscas la manera de saber su contraseña para checar su correo electrónico, la situación cambia y la señal de alerta se enciende.
De acuerdo con los psicólogos, en Nuevo León los celos son un factor de conflicto en alrededor de un 60 por ciento de sus consultas.
Miguel Villegas, coordinador de la Extensión de Equidad y Género de la Facultad de Psicología de la UANL, asegura que no hay quien pueda decir: "Yo no soy celoso".
"Los celos forman parte del repertorio afectivo de cualquier persona. Siempre encontramos elementos de celos en la relación con la pareja. Siempre están basados en algo que 'creo', 'imagino que me puede ser infiel'".
Pero ¿hasta dónde es normal celar a alguien?, ¿cuándo se convierte en un comportamiento para demostrar poder sobre el otro?, o, en el peor de los escenarios, ¿cuándo la situación se vuelve patológica?
Un sentimiento natural
Los especialistas coinciden: sentir celos es natural para el ser humano.
¿O acaso no puede sentir celos un pequeño de 5 años cuando ve que su mamá parece cuidar más a su hermanito recién nacido?
Celar es un sentimiento que puede llegar a ser tan intenso que a lo largo de la historia ha sido la inspiración de grandes obras artísticas. "Otelo", de Shakespeare, es un símbolo de ello.
"Los celos no necesitan ningún motivo... Los celos son monstruos que nacen y se alimentan de sí mismos", señala uno de los diálogos de la obra.
Es en la pareja en donde esta emoción puede evolucionar hacia un conflicto, pues se experimenta más el miedo a perder a quien se considera propio, dice la psicoterapeuta Patricia Maldonado.
Lo importante, agrega Villegas, es ponerlos en palabras, pero no de forma violenta.
"Si me molesta que voltee a ver a alguien más, es importante decirlo; no hay que quedarse callado", dice Villegas, coordinador de Los Forkados, grupo que busca alejar a los hombres de la violencia contra sus parejas.
Signos de alarma
Existen signos que deben alertar a las personas que celan o son víctimas de los celos, concuerdan los expertos.
"Si empiezo a no hacer algo, como no hablarle a alguien o no vestirme de cierta forma por temor a lo que la otra persona pueda decir, entonces ya se habla de una situación que debe corregirse", señala Villegas.
"Ya no te juntes con él o con ella", "¿con quién estuviste?", "no lo saludes de beso" son expresiones entre novios que denotan la anormalidad cuando son reiterativas.
El hombre celoso comenzará a desconfiar y se irá distanciando de ti, hasta que no haya comunicación ni diálogo. Los celos pueden llegar a tal grado que él te prohíba salir, hablar con los demás, arreglarte, y aún así seguirá pensando que le eres infiel, desconfiará de ti y te vigilará constantemente.
Los celos enfermizos llegan a provocar, en infinidad de casos, violencia física y psicológica continuas, e incluso que un miembro de la pareja acabe con la vida del otro. Los ataques de celos son el motivo más frecuente de homicidios conyugales y un factor determinante en casi el 20% de todas las agresiones violentas en los países desarrollados.
Los psiquiatras afirman que los celos son un estado antecesor de la psicosis, pueden convertirse en delirio y perturbar el sentido de la realidad.
Otras manifestaciones irregulares son regalarle a la pareja un celular para tenerla localizada o prohibirle que se vista, hable o piense de cierta forma.
Se habla entonces de violencia psicológica, que puede evolucionar a física: un solo pellizco puede ser el primer paso hacia un maltrato que podría incluso desembocar en un final trágico.
De acuerdo con el autor del libro "El Destino del Macho", el 100 por ciento de los casos de violencia en las relaciones sentimentales empieza por celos. Todos inician en el noviazgo.
La pareja debe darse cuenta de que requiere ayuda psicológica, sobre todo si los dos entran en un juego en el que "me gusta que me cele", señala el psiquiatra Mario Estrada.
"Los seres humanos nos peleamos para reconciliarnos, ya que las reconciliaciones son muy gratificantes, pero ese juego es muy peligroso".
Alejandra, profesionista de 30 años, cuenta su experiencia con una relación ya terminada hace años.
"Llegó el momento en que me acosaba. Me llegó a seguir en taxis para asegurarse de que iba a donde le decía. Me checaba a quienes tenía en el messenger. Lo viví, fue un sufrimiento, pero ya no quiero volver a vivir así. Cuando salgo con alguien y veo la más mínima señala de acoso, decido terminar", comenta.
Y es que cuando los celos son recurrentes y ocupan cada vez más tiempo en quien lo padece, se habla ya de una patología, comenta Maldonado.
"Hay quienes no duermen por estar pensando en una infidelidad. Hay quienes persiguen a su pareja por estar ideando cosas, ponen investigadores privados. Ya es patológico".
Se vuelve entonces un círculo vicioso, señala la psicoterapeuta.
"Entre más dudo, más fantaseo, más pienso que me van a traicionar, más me enojo, más me resiento, más me frustro, más me baja mi autoestima".
En ocasiones, lo imaginario puede llegar a lo alucinante o psicótico. Entonces es cuando se debe buscar la ayuda de un psiquiatra, pues se trata de un grado avanzado de celos denominado celopatía.
La celopatía, comenta Maldonado, se convierte en una espiral de violencia que puede desembocar en un asesinato o un suicidio.
Para Maldonado, los celos no son una forma de expresar el amor. Esto invalida la frase recurrente: "Me quiere mucho, por eso me cela".
Tipos de celos
-Celos manifiestos: Es cuando, por ejemplo, tu pareja desconfía de tu fidelidad y te interroga sobre tus compañeros de trabajo, no soporta que le cuentes cómo son tus amigos, o que te veas con alguien que no sea él, y sospecha más de ti cuando, cansada de su constante asedio, te niegas a responderle.
-Celos ocultos: Es cuando, por ejemplo, tú eres la celosa y tienes ciertas actitudes hostiles, como criticar o regañar a tu pareja, quien es un hombre muy respetado en su profesión; así tú sientes que obtienes mayor poder sobre él y que él no es tan superior a ti.
-Celos exagerados: Es cuando no ha habido ninguna infidelidad, la pareja no se ha acercado emocionalmente a otra persona, es decir, no hay un motivo aparente.
-Celos patológicos: Es cuando ya se llega a perseguir o incluso a vigilar a la pareja.
"La base que mantiene a la pareja es la confianza", dice el psicóloga, "y los celos van en contra de la confianza".
Así es que aunque los celos sean normales, no significa que sean del todo sanos, sobre todo si implican una invasión a tu libertad a través de la violencia psicológica o física.
Como se siente
Según la Dra. García Agustín, “las personas celosas desconfían mucho de la pareja, debido a su propia inseguridad se comparan con los demás y se sienten inferiores y amenazados”. Debido a esto, sufren consecuencias destructivas como malestar, angustia, nerviosismo, tristeza, falta de confianza en sí mismas y alejamiento.
La terapeuta familiar Daya H. Rolsma explica que “los celos son una reacción instintiva de autoprotección, pero son perjudiciales y se convierten en un problema, porque quien los sufre tiene sentimientos opuestos de amor-odio, se siente desplazado y teme perder el amor, cariño o amistad de la otra persona”.
Ponte alerta
Checa los indicadores de peligro. Si reconoces más de tres en tu relación, los profesionales de salud mental sugieren pedir ayuda a un familiar, acudir con un terapeuta o bien denunciar ante la Procuraduría de Justicia Familiar:
· Referencias agresivas sobre relaciones pasadas en forma repetida.
· Presión o acoso sobre infidelidades falsas.
· Reclamos injustificados constantes por falta de atención.
· Cuestionamiento sobre miradas o conversaciones con otra(s) persona(s) más durante reuniones compartidas.
· Prohibición de amistades.
· Chantajes emocionales de suicidio ante la posible terminación o separación.
· Revisión de información en cajones, teléfonos celulares y computadoras.
· Colocación de grabadoras en los teléfonos.
· Maltrato físico (apretones, aventones...).
· Maltrato emocional (insultos, malas palabras).
· Persistente ejercicio de control sobre acciones como llamar por teléfono, ir con amigas, visitar a la familia.
· Encierro dentro de casa sin llaves; incomunicación.
Restablece la comunicación
Si eres víctima de los celos enfermizos de tu pareja, no debes consentir sus chantajes emocionales, ni ceder a peticiones que restrinjan tu libertad, ni permitir conductas violentas o agresivas de su parte. Si eres tú la celosa y quieres superar el problema, sigue estos consejos de los psicoterapeutas:
1.- Lo único que puede hacer que termine esta situación es la ayuda psicológica o la ruptura.
2.- Analiza en qué momentos y situaciones te comportas celosa, qué haces, piensas y sientes.
3.- Habla con tu pareja para decirle qué sientes, que sabes que no estás actuando con madurez y que intentarás cambiarlo, y pídele que te ayude a ver claramente lo que sucede. Quizá tus celos se relacionen con el comportamiento de tu pareja y sí tengan una base real, pero lo más probable es que sea sólo tu imaginación.
4.- Reflexiona en que si tu pareja está contigo es porque te quiere, no tienes que compararte ni competir con nadie. Piensa que los celos destruyen y separan, y para establecer una comunicación con respeto y confianza debes dedicar tus energías a fortalecer tu pareja, no a destruirla.
5.- Debes estar consciente de que la posesión del ser amado es perjudicial en tu relación; hay que aceptar que tu pareja debe poder estar sola o con otras personas.
6.- Los celos también reflejan una dependencia desmedida hacia ese ser querido. Eviten esa atadura como pareja, sigan relacionándose con los demás, repartan su interés entre las distintas personas que conocen, realicen varias actividades y ábranse a las posibilidades que les va ofreciendo la vida.
7.- Trabaja a favor de tu crecimiento personal, tu independencia y tu autoestima, por ejemplo, desarrollando actividades que te hagan sentirte realizada, como practicar deportes, inscribirte en cursos, etcétera.
Con un profesional
Si los celos vienen acompañados de comportamientos violentos o de posesión, acudan urgentemente a un psicoterapeuta que les enseñe a controlarlos. Aunque el celoso diga que va a cambiar, es mejor que lo haga con la ayuda de un profesional adecuado.
La psicóloga García Agustín advierte que “es importante que se pongan en manos de un profesional antes de que el problema aumente, porque los celos suelen crecer si se siguen alimentando. Pueden traer muchos problemas si no aprendemos a tener un control emocional que nos permita reemplazarlos por otros sentimientos más convenientes, y cambiamos nuestras creencias, actitudes y normas”.
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