-La Independencia permitió que México se convirtiera en un país libre y soberano, pero no fue sencillo obtenerla.
Lo que parece que sí ha sido fácil de perder es la enseñanza cívica. En el mes patrio, una gran fiesta, pero está menos relacionada con la verdadera fiesta de la Independencia de México.
Con más frecuencia nos damos cuenta de que la mayoría de los jóvenes celebran las fiestas patrias demostrando una felicidad enorme por el asueto, haciendo con mucho tiempo una reservación en ese lugar de moda, o bien con el viaje al otro lado por el famoso "puente".
¿Cuál es la diferencia? ¿Qué está pasando?
Parece que estamos perdiendo el verdadero amor a la Patria, especialmente en estos momentos difíciles en que abunda el miedo y la inseguridad nos agobia. Sin embargo, el amor a un ser querido se demuestra con hechos. Estamos a tiempo de demostrarle a México el amor que le tenemos, de levantar la mirada y empezar a dar. Éstas son las herramientas para lograrlo:
1.- CREER EN LA GRANDEZA INTERIOR
El primer paso a seguir es creer verdaderamente en la grandeza que llevamos dentro. Creer en la magia del esfuerzo diario. México debe saber que cuenta con nosotros, que estamos dispuestos a romper las cadenas de la corrupción que empiezan por comprar piratería, tirar basura en la calle o manejar sin usar el cinturón de seguridad, para luego quejarnos de lo "mal" que está el País.
Empecemos por creer que los mexicanos, unidos, formamos un gran país. Creyendo en la fuerza que tenemos, vamos a sacar a México adelante.
2.- FORTALECER NUESTRO ESCUDO INTERNO
Hoy más que nunca hay que fortalecer nuestro escudo interno. Así como no olvidamos que el Escudo Nacional muestra un águila devorando a una serpiente, es preciso recordar que la honestidad, la atención y seguimiento de las reglas y el respeto por nuestros semejantes y gobernantes, marcará la pauta de un buen camino de vida para nuestros niños y adolescentes, y garantizará un futuro promisorio para el País.
También, ese "escudo" interior debe recordarnos que ante los problemas de seguridad, debemos ser precavidos con nuestra familia y nosotros mismos.
3.- CANTAR EL HIMNO DEL RESPETO
El Himno Nacional Mexicano nos enseña a valorarnos, a respetarnos y a juntos respetar a otras naciones.
Sin embargo, para respetar tenemos que empezar por nosotros mismos, nuestra sociedad y con ello a las autoridades, pues criticamos, pero pocas veces respetamos.
Si cometemos una infracción y justamente somos detenidos y sancionados nos sentimos ofendidos y menospreciamos. Quejarnos, en muchas ocasiones sin fundamento, se ha convertido en un deporte nacional.
El Himno Nacional es nuestra tarjeta de presentación y de respeto hacia el mundo.
4.- ONDEAR LA BANDERA DE LA UNIDAD
La bandera de nuestro país tiene tres colores y cada uno puede significar una gran enseñanza.
Blanco es la pureza y nos marca la pauta de quitar lo que nos mancha, empezando por la aceptación personal y la armonía familiar que trasciende a la sociedad.
El verde nos recuerda que somos independientes, no sólo como país, sino cada uno de manera personal. Como mexicanos, este color nos invita a tomar nuestras decisiones y asumir las consecuencias de cada uno de nuestros actos. Seamos conscientes y congruentes. Enseñemos a los pequeños a decidir y a eligir por sí mismos: desde un cambio de ropa hasta la elección de un trabajo honesto.
El rojo simboliza la unión entre los indios, mestizos, criollos y españoles de México y, en general, entre todos los que formamos la Nación. Este color nos obliga a recordar que unidos como sociedad haremos un país fuerte.
Recordemos que a los verdaderos amigos se les acompaña siempre en sus aniversarios. Acompañemos hoy a nuestro país, acompañémonos unos a otros para gritar en una sola voz: ¡Viva México!
Lo que parece que sí ha sido fácil de perder es la enseñanza cívica. En el mes patrio, una gran fiesta, pero está menos relacionada con la verdadera fiesta de la Independencia de México.
Con más frecuencia nos damos cuenta de que la mayoría de los jóvenes celebran las fiestas patrias demostrando una felicidad enorme por el asueto, haciendo con mucho tiempo una reservación en ese lugar de moda, o bien con el viaje al otro lado por el famoso "puente".
¿Cuál es la diferencia? ¿Qué está pasando?
Parece que estamos perdiendo el verdadero amor a la Patria, especialmente en estos momentos difíciles en que abunda el miedo y la inseguridad nos agobia. Sin embargo, el amor a un ser querido se demuestra con hechos. Estamos a tiempo de demostrarle a México el amor que le tenemos, de levantar la mirada y empezar a dar. Éstas son las herramientas para lograrlo:
1.- CREER EN LA GRANDEZA INTERIOR
El primer paso a seguir es creer verdaderamente en la grandeza que llevamos dentro. Creer en la magia del esfuerzo diario. México debe saber que cuenta con nosotros, que estamos dispuestos a romper las cadenas de la corrupción que empiezan por comprar piratería, tirar basura en la calle o manejar sin usar el cinturón de seguridad, para luego quejarnos de lo "mal" que está el País.
Empecemos por creer que los mexicanos, unidos, formamos un gran país. Creyendo en la fuerza que tenemos, vamos a sacar a México adelante.
2.- FORTALECER NUESTRO ESCUDO INTERNO
Hoy más que nunca hay que fortalecer nuestro escudo interno. Así como no olvidamos que el Escudo Nacional muestra un águila devorando a una serpiente, es preciso recordar que la honestidad, la atención y seguimiento de las reglas y el respeto por nuestros semejantes y gobernantes, marcará la pauta de un buen camino de vida para nuestros niños y adolescentes, y garantizará un futuro promisorio para el País.
También, ese "escudo" interior debe recordarnos que ante los problemas de seguridad, debemos ser precavidos con nuestra familia y nosotros mismos.
3.- CANTAR EL HIMNO DEL RESPETO
El Himno Nacional Mexicano nos enseña a valorarnos, a respetarnos y a juntos respetar a otras naciones.
Sin embargo, para respetar tenemos que empezar por nosotros mismos, nuestra sociedad y con ello a las autoridades, pues criticamos, pero pocas veces respetamos.
Si cometemos una infracción y justamente somos detenidos y sancionados nos sentimos ofendidos y menospreciamos. Quejarnos, en muchas ocasiones sin fundamento, se ha convertido en un deporte nacional.
El Himno Nacional es nuestra tarjeta de presentación y de respeto hacia el mundo.
4.- ONDEAR LA BANDERA DE LA UNIDAD
La bandera de nuestro país tiene tres colores y cada uno puede significar una gran enseñanza.
Blanco es la pureza y nos marca la pauta de quitar lo que nos mancha, empezando por la aceptación personal y la armonía familiar que trasciende a la sociedad.
El verde nos recuerda que somos independientes, no sólo como país, sino cada uno de manera personal. Como mexicanos, este color nos invita a tomar nuestras decisiones y asumir las consecuencias de cada uno de nuestros actos. Seamos conscientes y congruentes. Enseñemos a los pequeños a decidir y a eligir por sí mismos: desde un cambio de ropa hasta la elección de un trabajo honesto.
El rojo simboliza la unión entre los indios, mestizos, criollos y españoles de México y, en general, entre todos los que formamos la Nación. Este color nos obliga a recordar que unidos como sociedad haremos un país fuerte.
Recordemos que a los verdaderos amigos se les acompaña siempre en sus aniversarios. Acompañemos hoy a nuestro país, acompañémonos unos a otros para gritar en una sola voz: ¡Viva México!
0 comments:
Publicar un comentario