¿Dolor abdominal, hinchazón, llenura, náusea, acidez, reflujo, eructos, gases, diarrea o vómito? Te damos las soluciones para aliviarlos
Mala digestión, digestión pesada, indigestión, malestar, dolor abdominal, sensación de estar llena, náuseas, regurgitación, acidez, hinchazón estomacal, eructos, gases, diarrea, vómito o mal aliento son los síntomas de una digestión defectuosa. Estas molestias puedes padecerlas casi a diario, sin embargo unos sencillos cambios en tu alimentación y algunos remedios naturales te ayudarán aliviarlas.
Una buena digestión es vital
“Si nuestro aparato digestivo no funciona bien y no se controlan esas molestias, pueden originar lesiones, pero además no se absorben bien las vitaminas, minerales, proteínas y otros nutrientes, lo cual afecta la formación de las células estomacales y perjudica el funcionamiento del cuerpo y la salud”, señala el doctor Eloy Pacho Jiménez, médico internista de la Fundación Jiménez Díaz, de la Clínica de la Concepción de Madrid.
La mala digestión permanente puede deberse a:
• Una enfermedad, úlcera o lesión en el aparato digestivo
• Un problema en la forma en que el alimento se desplaza por el tracto digestivo
• Una alimentación inadecuada en la mayoría de los casos
• Un estilo de vida perjudicial
Síntomas de la mala digestión
• Náusea
• Vómito
• Regurgitación
• Aliento desagradable
• Flatulencias
• Eructos en exceso
• Acidez
• Sensación de bulto en la garganta
• Saciedad estomacal
• Hinchazón del estómago
• Dolor que se agrava con situaciones estresantes o al comer
Un problema, distintos orígenes
Según este médico, la mala digestión puede ser:
• Orgánica: Se debe a un trastorno gastrointestinal, desde úlceras, pancreatitis, hepatitis, reflujo gastroesofágico, hasta endometriosis, diabetes, alteraciones tiroideas, cáncer digestivo o de ovario, aunque esto sucede en pocos casos.
• Inducida: Pueden ocasionar indigestión habitual el vivir con estrés, consumir grasas, tabaco, alcohol o medicamentos irritantes como los antibióticos, el hierro y el potasio, comer en exceso, rápido o con tensión nerviosa.
• Funcional: Existe una mala digestión que no es orgánica ni inducida, sino que se debe a trastornos en el funcionamiento normal del tracto digestivo, como una mayor secreción ácida o una mayor sensibilidad al dolor.
Buenas costumbres alimenticias
Si durante al menos tres meses sufres síntomas de mala digestión, debes acudir al médico para que te realice un examen clínico. Pero los problemas de digestión inducida o funcional pueden tratarse no sólo con medicamentos, sino también con cambios en la alimentación y estilo de vida:
1.- Elige comidas ricas en proteínas: El pescado, pollo, pavo, leche descremada ayudan a reforzar la válvula que protege el estómago.
2.- Limita los medicamentos: Consúmelos con cuidado porque afectan la digestión. Los antibióticos degradan la flora bacteriana intestinal, la aspirina inflama la mucosa gástrica y los laxantes irritan el intestino.
3.- Toma más yogurt: Sus microorganismos ayudan a regenerar y mantener la flora intestinal.
4.- Consume fibra vegetal: Regula la actividad intestinal y evita el estreñimiento. Consume entre 30 y 50 gramos diarios de fibra en frutas, verduras y cereales.
5.- Bebe agua natural: Facilita la digestión. Toma dos litros diarios, repartidos antes, durante y después de las comidas.
6.- Usa menos sal: Te ayuda a reducir la retención de líquidos y por lo tanto la hinchazón estomacal.
7.- Come con calma: Hazlo en un ambiente relajado, sentada, despacio, masticando bien y saboreando los alimentos, en vez de devorar en 10 minutos. Comer con tiempo suficiente previene gases, acidez y mala digestión.
8.- Come a la misma hora: El reloj biológico de tu organismo se acostumbra a los horarios fijos y así favoreces tu digestión.
9.- Reparte tus alimentos: Hacer cinco comidas ligeras al día, cada tres o cuatro horas, evitará el estómago vacío y el apetito descontrolado.
10.- Deja de fumar: El cigarro relaja el esfínter y fomenta el ardor estomacal.
11.- Cena ligero: Hazlo temprano y evita las cenas abundantes, pues causan reflujo.
12.- Reduce las bebidas gaseosas: El gas se expande en el estómago causando el efecto de una comida abundante.
13.- Haz ejercicio: La actividad física es importante para evitar la mala digestión y mejorar la actividad intestinal. Pero hazla al menos una hora después de comer, porque el estómago lleno produce indigestión.
14.- No abuses de los antiácidos: Pueden aliviar ocasionalmente la acidez estomacal, pero no son un tratamiento adecuado para la mala digestión.
15.- Toma té de manzanilla: Es un antídoto natural muy eficaz, que aumenta la movilidad del tubo digestivo, ayuda a aliviar el dolor, acidez, gases, hinchazón estomacal, náuseas y vómitos.
Evita excederte
Para combatir la mala digestión, limítate con los siguientes alimentos:
• Grasas: Retrasan la digestión, estimulan la producción de ácidos, permanecen mucho en el estómago y causan malestar.
• Irritantes: El chile, la pimienta y el pimiento morrón irritan las mucosas digestivas.
• Cafeína: Las bebidas como el té, el café y los refrescos de cola irritan el esófago.
• Alcohol: Estimula la acidez estomacal.
• Leguminosas: Los frijoles, lentejas, garbanzos, alubias, chícharos y coles en general provocan flatulencia.
• Ácidos: Los cítricos, el vinagre y el tomate favorecen las agruras.
• Refinados: Las harinas blancas y azúcares favorecen el estreñimiento.
Leer el artículo "Mejora tu digestión" haciendo click aqui.
Mala digestión, digestión pesada, indigestión, malestar, dolor abdominal, sensación de estar llena, náuseas, regurgitación, acidez, hinchazón estomacal, eructos, gases, diarrea, vómito o mal aliento son los síntomas de una digestión defectuosa. Estas molestias puedes padecerlas casi a diario, sin embargo unos sencillos cambios en tu alimentación y algunos remedios naturales te ayudarán aliviarlas.
Una buena digestión es vital
“Si nuestro aparato digestivo no funciona bien y no se controlan esas molestias, pueden originar lesiones, pero además no se absorben bien las vitaminas, minerales, proteínas y otros nutrientes, lo cual afecta la formación de las células estomacales y perjudica el funcionamiento del cuerpo y la salud”, señala el doctor Eloy Pacho Jiménez, médico internista de la Fundación Jiménez Díaz, de la Clínica de la Concepción de Madrid.
La mala digestión permanente puede deberse a:
• Una enfermedad, úlcera o lesión en el aparato digestivo
• Un problema en la forma en que el alimento se desplaza por el tracto digestivo
• Una alimentación inadecuada en la mayoría de los casos
• Un estilo de vida perjudicial
Síntomas de la mala digestión
• Náusea
• Vómito
• Regurgitación
• Aliento desagradable
• Flatulencias
• Eructos en exceso
• Acidez
• Sensación de bulto en la garganta
• Saciedad estomacal
• Hinchazón del estómago
• Dolor que se agrava con situaciones estresantes o al comer
Un problema, distintos orígenes
Según este médico, la mala digestión puede ser:
• Orgánica: Se debe a un trastorno gastrointestinal, desde úlceras, pancreatitis, hepatitis, reflujo gastroesofágico, hasta endometriosis, diabetes, alteraciones tiroideas, cáncer digestivo o de ovario, aunque esto sucede en pocos casos.
• Inducida: Pueden ocasionar indigestión habitual el vivir con estrés, consumir grasas, tabaco, alcohol o medicamentos irritantes como los antibióticos, el hierro y el potasio, comer en exceso, rápido o con tensión nerviosa.
• Funcional: Existe una mala digestión que no es orgánica ni inducida, sino que se debe a trastornos en el funcionamiento normal del tracto digestivo, como una mayor secreción ácida o una mayor sensibilidad al dolor.
Buenas costumbres alimenticias
Si durante al menos tres meses sufres síntomas de mala digestión, debes acudir al médico para que te realice un examen clínico. Pero los problemas de digestión inducida o funcional pueden tratarse no sólo con medicamentos, sino también con cambios en la alimentación y estilo de vida:
1.- Elige comidas ricas en proteínas: El pescado, pollo, pavo, leche descremada ayudan a reforzar la válvula que protege el estómago.
2.- Limita los medicamentos: Consúmelos con cuidado porque afectan la digestión. Los antibióticos degradan la flora bacteriana intestinal, la aspirina inflama la mucosa gástrica y los laxantes irritan el intestino.
3.- Toma más yogurt: Sus microorganismos ayudan a regenerar y mantener la flora intestinal.
4.- Consume fibra vegetal: Regula la actividad intestinal y evita el estreñimiento. Consume entre 30 y 50 gramos diarios de fibra en frutas, verduras y cereales.
5.- Bebe agua natural: Facilita la digestión. Toma dos litros diarios, repartidos antes, durante y después de las comidas.
6.- Usa menos sal: Te ayuda a reducir la retención de líquidos y por lo tanto la hinchazón estomacal.
7.- Come con calma: Hazlo en un ambiente relajado, sentada, despacio, masticando bien y saboreando los alimentos, en vez de devorar en 10 minutos. Comer con tiempo suficiente previene gases, acidez y mala digestión.
8.- Come a la misma hora: El reloj biológico de tu organismo se acostumbra a los horarios fijos y así favoreces tu digestión.
9.- Reparte tus alimentos: Hacer cinco comidas ligeras al día, cada tres o cuatro horas, evitará el estómago vacío y el apetito descontrolado.
10.- Deja de fumar: El cigarro relaja el esfínter y fomenta el ardor estomacal.
11.- Cena ligero: Hazlo temprano y evita las cenas abundantes, pues causan reflujo.
12.- Reduce las bebidas gaseosas: El gas se expande en el estómago causando el efecto de una comida abundante.
13.- Haz ejercicio: La actividad física es importante para evitar la mala digestión y mejorar la actividad intestinal. Pero hazla al menos una hora después de comer, porque el estómago lleno produce indigestión.
14.- No abuses de los antiácidos: Pueden aliviar ocasionalmente la acidez estomacal, pero no son un tratamiento adecuado para la mala digestión.
15.- Toma té de manzanilla: Es un antídoto natural muy eficaz, que aumenta la movilidad del tubo digestivo, ayuda a aliviar el dolor, acidez, gases, hinchazón estomacal, náuseas y vómitos.
Evita excederte
Para combatir la mala digestión, limítate con los siguientes alimentos:
• Grasas: Retrasan la digestión, estimulan la producción de ácidos, permanecen mucho en el estómago y causan malestar.
• Irritantes: El chile, la pimienta y el pimiento morrón irritan las mucosas digestivas.
• Cafeína: Las bebidas como el té, el café y los refrescos de cola irritan el esófago.
• Alcohol: Estimula la acidez estomacal.
• Leguminosas: Los frijoles, lentejas, garbanzos, alubias, chícharos y coles en general provocan flatulencia.
• Ácidos: Los cítricos, el vinagre y el tomate favorecen las agruras.
• Refinados: Las harinas blancas y azúcares favorecen el estreñimiento.
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