-Combate el estrés y liberate de las enfermedades
-Con sólo 10 consejos puedes proteger tu sistema inmunológico para tener una vida más sana y felizSi la vida fuera una batalla, tu sistema inmunológico sería tu escudo.
Si tu sistema inmunológico está bien, los procesos de protección de tu cuerpo irán sobre ruedas, pero si por alguna razón no está al 100 por ciento, podrías enfermarte.
Un golpe bajo es el estrés que podría deprimir tu sistema y causarte desde gripa hasta altos niveles de glucosa, adrenalina y cortisol en la sangre, hasta mayor daño oxidativo y en la presión arterial.
¿Por qué pasa esto? Porque cuando tu estrés se hace crónico liberas mucho cortisol, que termina dañando tu cerebro, y muchos órganos y estructuras del sistema inmune empiezan a debilitarse, por lo que te vuelves susceptible a gran cantidad de enfermedades.
Checa aquí algunas recomendaciones para tener un sistema inmune más sano y una vida más feliz.
1.- APRENDE A RELAJARTE
Si tu cuerpo está en constante estado de emergencia, tu proceso de recuperación se detiene, lo que implica la lenta reparación de tejidos, la falta de sueño, tensión y cansancio.
Lo único contrario al estrés es la relajación. Y puedes lograrla a través del método que tú elijas, ya sea a través de la oración profunda, la meditación, el yoga o hasta la música.
Si aprendes a reducir el estrés, tu sistema inmune estará más fuerte, tu cuerpo se reparará bien y tendrás abundancia de energía.
Un estado de ánimo positivo y relajado ayudará a tu cuerpo a mantenerse trabajando de una manera ordenada y sana, señalan los expertos.
2.- ACTÍVATE
Se vale de todo: desde caminar hasta bailar, correr o nadar.
"El ejercicio tiene un efecto positivo porque primero disminuye el estrés, y si baja el estrés, los neuropéptidos (transmisores que producen respuestas inmediatas en el sistema nervioso y regulan el control del dolor, la ingesta de comida y bebida, el comportamiento sexual y mecanismos nerviosos) tendrán mejor función sobre el sistema inmune", dice Mario César Salinas, jefe del Departamento de Inmunología de la Facultad de Medicina de la UANL y el Hospital Universitario.
El ejercicio también produce una mejoría del sistema cardiovascular, mejor oxigenación, y todo esto a su vez hace que los neuropéptidos que se secreten sean positivos, que estén mediando la felicidad, el regocijo y la paz.
3.- PRACTICA EL 'NO'
Cuando dices que sí a todo, por miedo, por compromiso o porque así te enseñaron, creas una gran bola de estrés que podría llegar a enfermarte.
"Estás activando tu sistema nervioso porque tus habilidades para enfrentar los retos de tu vida no son eficientes, no tienes buenas habilidades sociales en el manejo de conflictos y terminas estresado porque no sabes qué hacer", explica Adrián Roel Favela, psicólogo especialista en manejo del estrés y director del Instituto de Bienestar Integral.
No se trata sólo de decir que no, sino de aprender a defender tus derechos, conocerlos, expresar lo que sientes, poner límites, pedir ayuda y no sentirte culpable, para así evitar emociones negativas y generar paz y tranquilidad.
4.- LLÉNATE DE MÚSICA
Nada más escuchas las primeras notas de tu canción favorita y te sientes diferente... como que con más energía y calma.
La razón es que hay ciertos tipos de música que hacen que tu cerebro produzca patrones eléctricos asociados con la relajación.
Monique N. Gilbert, consejera en salud, nutrición y manejo de estrés, señala en la página thevegetariansite.com que escuchar tu música favorita es uno de los mejores métodos para reducir el estrés y aliviar la ansiedad.
5.- ESTÍRATE
Al estirarte, pero no con flojera al levantarte, sino al estirar todo tu cuerpo como en el yoga, reduces el estrés mental y físico (ya sea que hayas hecho ejercicio o que simplemente quieras hacerlo durante el día), lo que contribuye a bajar la tensión y ansiedad. ¿El resultado? Podrás dormir mejor.
La Mayo Clinic, en su sitio web, afirma que estirarte ayuda a aumentar la circulación que llega a tus músculos y articulaciones, por lo que hay una mayor transportación de nutrientes en todo tu cuerpo.
6.- TOMA SUFICIENTE AGUA
Si no tomas la suficiente agua que tu cuerpo requiere para funcionar, podrías exponer a tu organismo a una deshidratación.
Al estar deshidratado, te vas a sentir fatigado, con dolor de cabeza y hasta tu piel se secará. Tu cuerpo se ocupará de resolver ese problema y dejará desprotegido el frente de batalla contra los "ataques" de enfermedades.
Los especialistas recomiendan tomar dos litros de agua al día, uno por cada mil kilocalorías consumidas, y agregar un litro por cada kilo que se pierde luego de hacer ejercicio.
7.- LÁVATE LAS MANOS
Tener las manos limpias puede salvarte la vida. Si piensas que esto es una exageración, sólo tienes que saber de la campaña sobre este tema que tienen los Centers for Disease and Prevention de Estados Unidos.
En su sitio, este organismo del Department of Health and Human Services explica que lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos es uno de los pasos más importantes para evitar enfermarse y esparcir gérmenes a otras personas.
También recomiendan utilizar la toalla de papel con la que te secaste para cerrar la llave del agua.
Si no hay jabón y agua a la mano, siempre están los productos con base de alcohol.
8.- NÚTRETE BIEN
No hay un alimento que por sí solo te ayude a tener un mejor y más fuerte sistema inmune. Esto depende de tu estado general de nutrición y de que incluyas en tu dieta una variedad de todos los grupos existentes de alimentos, explica Elizabeth Solís, investigadora de la UANL y presidenta del Colegio Mexicano de Nutriólogos.
"Los anticuerpos, los encargados de protegerte, son proteínas. Entonces, cuando la gente no tiene un estado adecuado de nutrición, no se alcanza a formar el sistema inmune", indica la experta.
Si eres vegetariano o no te gusta comer determinados alimentos, debes acudir con un nutriólogo para que evalúe tu estado general y te ofrezca alternativas que compensen lo que no estás ingiriendo.
Al sistema inmune lo afecta el proceso de oxidación en el organismo, así que incluir en tu dieta ácidos grasos omega 3 y antioxidantes como las vitaminas A, C y E ayuda a detener los radicales, que causan daño a tus células y las hace degenerarse y envejecer.
9.- RÍETE
Cada que te ríes tu adrenalina y cortisol, las hormonas del estrés, se reducen y aumentan las endorfinas que te hacen sentir más feliz.
Pero también se incrementa la actividad de las inmunoglobulinas (proteínas anticuerpo) A, G y M, que te ayudan a combatir virus y bacterias, expone José Elizondo, instructor en temas de desarrollo humano, psicología positiva y terapia de la risa y del humor.
"También aumenta la actividad de las células NK o natural killers, y combaten a las células cancerosas, además se generan más linfocitos T, las células básicas del sistema inmunológico", dice.
Al reír mejora además tu flujo sanguíneo, mejora tu digestión y, en mamás lactantes, la risa enriquece la leche que reciben los niños, por lo que su sistema inmune también se beneficia.
10.- ENCUENTRA TU DOSIS DE SUEÑO ADECUADA
Más que fortalecer tu sistema inmune, dormir lo que necesitas lo mantiene en forma. Cuando no duermes bien y esto sucede por semanas, se han visto cambios en los mecanismos de defensa del cuerpo humano, indica Manuel Díaz, director médico del Centro de Estudios sobre Alteraciones del Sueño.
"Quienes roncan o tienen apnea obstructiva tienen una reducción importante en el número de horas de sueño real y se ha visto que se hacen resistentes a la insulina, y pueden desarrollar diabetes o su diabetes puede empeorar".
La necesidad de dormir es diferente en cada persona, pero está entre 6 y 9 horas diarias.
Para saber cuántas horas necesitas, vete a dormir a la hora que tengas sueño y despiértate solo, sin necesidad de despertador. Si te sientes bien durante 2 ó 3 días, ésas son las horas de sueño que requieres.
-Con sólo 10 consejos puedes proteger tu sistema inmunológico para tener una vida más sana y felizSi la vida fuera una batalla, tu sistema inmunológico sería tu escudo.
Si tu sistema inmunológico está bien, los procesos de protección de tu cuerpo irán sobre ruedas, pero si por alguna razón no está al 100 por ciento, podrías enfermarte.
Un golpe bajo es el estrés que podría deprimir tu sistema y causarte desde gripa hasta altos niveles de glucosa, adrenalina y cortisol en la sangre, hasta mayor daño oxidativo y en la presión arterial.
¿Por qué pasa esto? Porque cuando tu estrés se hace crónico liberas mucho cortisol, que termina dañando tu cerebro, y muchos órganos y estructuras del sistema inmune empiezan a debilitarse, por lo que te vuelves susceptible a gran cantidad de enfermedades.
Checa aquí algunas recomendaciones para tener un sistema inmune más sano y una vida más feliz.
1.- APRENDE A RELAJARTE
Si tu cuerpo está en constante estado de emergencia, tu proceso de recuperación se detiene, lo que implica la lenta reparación de tejidos, la falta de sueño, tensión y cansancio.
Lo único contrario al estrés es la relajación. Y puedes lograrla a través del método que tú elijas, ya sea a través de la oración profunda, la meditación, el yoga o hasta la música.
Si aprendes a reducir el estrés, tu sistema inmune estará más fuerte, tu cuerpo se reparará bien y tendrás abundancia de energía.
Un estado de ánimo positivo y relajado ayudará a tu cuerpo a mantenerse trabajando de una manera ordenada y sana, señalan los expertos.
2.- ACTÍVATE
Se vale de todo: desde caminar hasta bailar, correr o nadar.
"El ejercicio tiene un efecto positivo porque primero disminuye el estrés, y si baja el estrés, los neuropéptidos (transmisores que producen respuestas inmediatas en el sistema nervioso y regulan el control del dolor, la ingesta de comida y bebida, el comportamiento sexual y mecanismos nerviosos) tendrán mejor función sobre el sistema inmune", dice Mario César Salinas, jefe del Departamento de Inmunología de la Facultad de Medicina de la UANL y el Hospital Universitario.
El ejercicio también produce una mejoría del sistema cardiovascular, mejor oxigenación, y todo esto a su vez hace que los neuropéptidos que se secreten sean positivos, que estén mediando la felicidad, el regocijo y la paz.
3.- PRACTICA EL 'NO'
Cuando dices que sí a todo, por miedo, por compromiso o porque así te enseñaron, creas una gran bola de estrés que podría llegar a enfermarte.
"Estás activando tu sistema nervioso porque tus habilidades para enfrentar los retos de tu vida no son eficientes, no tienes buenas habilidades sociales en el manejo de conflictos y terminas estresado porque no sabes qué hacer", explica Adrián Roel Favela, psicólogo especialista en manejo del estrés y director del Instituto de Bienestar Integral.
No se trata sólo de decir que no, sino de aprender a defender tus derechos, conocerlos, expresar lo que sientes, poner límites, pedir ayuda y no sentirte culpable, para así evitar emociones negativas y generar paz y tranquilidad.
4.- LLÉNATE DE MÚSICA
Nada más escuchas las primeras notas de tu canción favorita y te sientes diferente... como que con más energía y calma.
La razón es que hay ciertos tipos de música que hacen que tu cerebro produzca patrones eléctricos asociados con la relajación.
Monique N. Gilbert, consejera en salud, nutrición y manejo de estrés, señala en la página thevegetariansite.com que escuchar tu música favorita es uno de los mejores métodos para reducir el estrés y aliviar la ansiedad.
5.- ESTÍRATE
Al estirarte, pero no con flojera al levantarte, sino al estirar todo tu cuerpo como en el yoga, reduces el estrés mental y físico (ya sea que hayas hecho ejercicio o que simplemente quieras hacerlo durante el día), lo que contribuye a bajar la tensión y ansiedad. ¿El resultado? Podrás dormir mejor.
La Mayo Clinic, en su sitio web, afirma que estirarte ayuda a aumentar la circulación que llega a tus músculos y articulaciones, por lo que hay una mayor transportación de nutrientes en todo tu cuerpo.
6.- TOMA SUFICIENTE AGUA
Si no tomas la suficiente agua que tu cuerpo requiere para funcionar, podrías exponer a tu organismo a una deshidratación.
Al estar deshidratado, te vas a sentir fatigado, con dolor de cabeza y hasta tu piel se secará. Tu cuerpo se ocupará de resolver ese problema y dejará desprotegido el frente de batalla contra los "ataques" de enfermedades.
Los especialistas recomiendan tomar dos litros de agua al día, uno por cada mil kilocalorías consumidas, y agregar un litro por cada kilo que se pierde luego de hacer ejercicio.
7.- LÁVATE LAS MANOS
Tener las manos limpias puede salvarte la vida. Si piensas que esto es una exageración, sólo tienes que saber de la campaña sobre este tema que tienen los Centers for Disease and Prevention de Estados Unidos.
En su sitio, este organismo del Department of Health and Human Services explica que lavarse las manos con agua y jabón durante 20 segundos es uno de los pasos más importantes para evitar enfermarse y esparcir gérmenes a otras personas.
También recomiendan utilizar la toalla de papel con la que te secaste para cerrar la llave del agua.
Si no hay jabón y agua a la mano, siempre están los productos con base de alcohol.
8.- NÚTRETE BIEN
No hay un alimento que por sí solo te ayude a tener un mejor y más fuerte sistema inmune. Esto depende de tu estado general de nutrición y de que incluyas en tu dieta una variedad de todos los grupos existentes de alimentos, explica Elizabeth Solís, investigadora de la UANL y presidenta del Colegio Mexicano de Nutriólogos.
"Los anticuerpos, los encargados de protegerte, son proteínas. Entonces, cuando la gente no tiene un estado adecuado de nutrición, no se alcanza a formar el sistema inmune", indica la experta.
Si eres vegetariano o no te gusta comer determinados alimentos, debes acudir con un nutriólogo para que evalúe tu estado general y te ofrezca alternativas que compensen lo que no estás ingiriendo.
Al sistema inmune lo afecta el proceso de oxidación en el organismo, así que incluir en tu dieta ácidos grasos omega 3 y antioxidantes como las vitaminas A, C y E ayuda a detener los radicales, que causan daño a tus células y las hace degenerarse y envejecer.
9.- RÍETE
Cada que te ríes tu adrenalina y cortisol, las hormonas del estrés, se reducen y aumentan las endorfinas que te hacen sentir más feliz.
Pero también se incrementa la actividad de las inmunoglobulinas (proteínas anticuerpo) A, G y M, que te ayudan a combatir virus y bacterias, expone José Elizondo, instructor en temas de desarrollo humano, psicología positiva y terapia de la risa y del humor.
"También aumenta la actividad de las células NK o natural killers, y combaten a las células cancerosas, además se generan más linfocitos T, las células básicas del sistema inmunológico", dice.
Al reír mejora además tu flujo sanguíneo, mejora tu digestión y, en mamás lactantes, la risa enriquece la leche que reciben los niños, por lo que su sistema inmune también se beneficia.
10.- ENCUENTRA TU DOSIS DE SUEÑO ADECUADA
Más que fortalecer tu sistema inmune, dormir lo que necesitas lo mantiene en forma. Cuando no duermes bien y esto sucede por semanas, se han visto cambios en los mecanismos de defensa del cuerpo humano, indica Manuel Díaz, director médico del Centro de Estudios sobre Alteraciones del Sueño.
"Quienes roncan o tienen apnea obstructiva tienen una reducción importante en el número de horas de sueño real y se ha visto que se hacen resistentes a la insulina, y pueden desarrollar diabetes o su diabetes puede empeorar".
La necesidad de dormir es diferente en cada persona, pero está entre 6 y 9 horas diarias.
Para saber cuántas horas necesitas, vete a dormir a la hora que tengas sueño y despiértate solo, sin necesidad de despertador. Si te sientes bien durante 2 ó 3 días, ésas son las horas de sueño que requieres.
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