El consumo de bebidas preparadas con plantas es la costumbre más antigua de la humanidad y aunque su descubrimiento remite a la China de hace más de 4 mil años, ahora se toma té en todas las regiones del planeta.
Originalmente la palabra té se refiere a las infusiones obtenidas de las hojas secas del árbol de té o Thea Sinensis, pero en México se utiliza para referirse a cualquier infusión.
En sus orígenes el té tenía fines medicinales, sin embargo, cada cultura le ha dado su propia forma e interpretación a esta bebida a la hora de degustarla.
Por ejemplo, para los japoneses tomar té es una ceremonia de origen budista que exige un estricto ritual.
Los flemáticos ingleses le aportaron glamour con la costumbre del té de las 5 de la tarde aunque acompañado de pastelillos, algo que se parece a las meriendas mexicanas, aunque aquí sería con café o chocolate.
Y ni qué decir de los estadounidenses, donde el té se toma frío y se embotella para venderse como refresco.
Esto habla de la versatilidad del té, que en México tiene más aceptación por sus propiedades medicinales, aunque también ya puede hablarse de un gran sector de la población que lo prefiere al café.
Ahora es fácil encontrar cajas con sobres de té listos para prepararse en agua caliente, los cuales ofrecen una solución menos concentrada que la que se obtiene al hervir las hojas de la planta directamente, menciona la nutrióloga Carolina Pinal Domínguez.
"Aunque la mayoría de los tés son inofensivos", señala, "muchos requieren una administración controlada, de lo contrario resultan contraproducentes" Tal es el caso del té verde y negro que se obtienen de la misma Thea Sinensis, pero que reciben distinto tratamiento para ofrecer diferentes propiedades y sabores únicos, al igual que el té rojo.
Por su alto contenido de cafeína, estos tés aceleran el ritmo cardiaco y llegan a causar insomnio, por eso es recomendable vigilar su consumo.
"Cuando se toman infusiones concentradas de estos tés en ayunas pueden provocar náuseas y vómitos", señala, "el efecto es más marcado con el té negro por ser el de mayor concentración de cafeína".
De aquí que su uso se limite sólo a los adultos, siendo recomendable para los niños los de uso común como los de manzanilla, manzana, canela o eucalipto.
Pero definitivamente que hay tés muy populares entre la población, ya sea para combatir malestares propios del resfriado en invierno, como para aliviar síntomas de otras afecciones.
Por ejemplo el de eucalipto, es ideal en la atención de vías respiratorias. Tanto bebido como en inhalaciones ayuda a descongestionar y eliminar los síntomas de gripe y resfriado.
El de gordolobo se utiliza para atender trastornos de las vías respiratorias: tos, bronquitis e inflamación de las mucosas.
Además de mejorar los síntomas del resfriado, el té de limón estimula la digestión y sirve como sedante, tranquilizante y diurético.
Un té de romero resulta útil para aliviar catarro, gripe, dolor reumático, indigestión, fatiga y pérdida de la memoria. También es diurético y ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso.
El té rojo disminuye los niveles de colesterol, refuerza el sistema inmunológico, ayuda a combatir el mal humor e incluso ligeras depresiones.
Alivian de todo
Es bueno que conozcas las propiedades de los tés, cuyas infusiones, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) son utilizadas por 80 por ciento de la población mundial para satisfacer o complementar sus necesidades de salud.
Eucalipto: Ideal para la atención de las vías respiratorias. Tanto en bebida como en inhalaciones ayuda a descongestionar y eliminar los síntomas de gripe y resfriado.
Manzanilla: Indicada para trastornos digestivos, posee además un efecto sedante que ayuda a controlar el nerviosismo.
Gordolobo: Utilizado para atender tos, bronquitis e inflamación de las mucosas.
Albahaca: Buena en trastornos nerviosos y digestivos como dispepsias nerviosas que se producen cuando el estómago y los intestinos tienen dificultad para digerir. También estimula la producción de leche materna.
Limón: Mejora los síntomas del resfriado, estimula la digestión y sirve como sedante, tranquilizante y diurético.
Canela: Indicada para aliviar problemas estomacales y de fiebre.
Tila: Buena para enfermedades nerviosas, dolor de cabeza, alteración del ritmo cardiaco, indigestión y vómito nervioso.
Romero: Útil en catarro, gripe, dolor reumático, indigestión, fatiga y pérdida de la memoria. También es diurético y ayuda a mejorar el funcionamiento del sistema nervioso.
Rojo: Ayuda a controlar el sobrepeso provocado por la mala alimentación, desintoxica y purifica, favorece la digestión de comidas altas en grasa, activa el metabolismo, disminuye los niveles de colesterol, refuerza el sistema inmunológico, ayuda a combatir el mal humor e incluso ligeras depresiones.
martes, 18 de marzo de 2008
Té: con la sabiduría de los ancestros
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